Nació en 1940. Poeta, ensayista y traductor. Entre algunos de sus títulos publicados mencionamos: Extranhas expêriencias; Poemas para leer en voz alta, Ediciones Andrómeda; Volta.  Tradujo Los cantos de maldoror, poesía y cartas.


Su creación se vincula con la expresión literaria más rebelde y transgresora ligada con el Surrealismo y la Generación Beat.

 

invocación de armanda

La identificaba con Amor Ángel, la mujer del sueño en el cual

volaba al cielo

Geza Roheim, Magia y Esquizofrenia


Actualmente solo me es posible escribir en horas lechosas de la madrugada cuando serpientes centelleantes llenan mi cuarto de barras horizontales de frío.  Sé, no obstante, que el sol navega subterráneo bajo el asfalto, con sus infinitos dedos y sus diecisiete afiladas láminas de cobre, dispuesto a invadir las paredes con insectos translúcidos y a acelerar la pulsación sanguínea hasta el punto alucinatorio en cuya vibración máxima despiertan los síntomas de erecciones y otras manifestaciones sexuales más inquietantes, y las alucinaciones visuales y auditivas comparecen como gratos compañeros de travesía nocturna, mientras tentáculos de marfil se desenvuelven a partir de los dedos y palpan nuevas inmovilidades en las cosas.  Es en esta hora que percibo ciertas evidencias, la presencia del ataúd del cual fue hecha la tapa de mi mesa y del lago helado del cual fue extraído el  “parquet” del piso.  Luz y contigüidad, otros nombres, y los despojos de Armanda, su esqueleto simétrico y radioactivo, las uñas de sus pies sirviendo de balsa y aguijón, sus brazos partidos por las oficinas de los engastadores de piedras, los restos mortales de Armanda dispuestos en círculo comenzando a hacer sentir su intensa permanencia y su continuidad, influyendo en la creación de las estatuas en jardines y en la memoria visual de los ancianos ciegos, su tensión elástica de manos para el infinito, los restos de Armanda, su sonrisa de concreto y arena tropical, las complicadas vías de su cerebro, sus estructuras y engranajes, su disponibilidad de fuente, estos deseos sembrados por la noche, ahora flotantes en este universo lechoso y surcado por corrientes anaranjadas, la noche con sus obuses y esferas emergiendo de la niebla en un flotar constante y sensible, el universo donde navegan los despojos de Armanda, alma de las ciudades adormecidas.

Claudio WILLER

Brasil