Nació en 1941 en Heerlen, poeta, escritor y traductor. Se unió al Movimiento Internacional del Surrealismo en 1961; ha participado en "Liaison Surréaliste" animada por Vincent Bounoure, y en "Mouvement Phases" alrededor de Édouard Jaguer.

Junto con Her de Vries, fundó  en el año 1964 la revista Brumes Blondes que produjo  Ce qui sera / Lo que Será, Almanaque del movimiento surrealista.


Internacional de 2014,  para celebrar su 50 aniversario.

Sus publicaciones incluyen Het onzichtbare leven ('La vida invisible', poesía, 2009) y De magnetische kracht van 1713 ("El poder magnético de 1713 ', ensayos, 2012).


Ha traducido obras y poemas de André Breton, Octavio Paz, Jacques Lacomblez, Sergio Lima, Beatriz Hausner, Guy Cabanel, Jacques Abeille... Colaborador de Infosurr, Salamandra, Hydrolith, A Phala, Derrame, Debout sur l’Œuf... Él vive en Bloemendaal, en los  Países Bajos.

 

Laurens VANCREVEL

Holanda

Dilación


Aquel silencio en el mar, tan tarde en la luz diurna,

en busca de linderos te dejó alzar el vuelo -

las conchas se descoloraban ante tus pies,

la luz se escurría con el viento por tu sombra

y en tu corazón el espacio se desplomó -

cuán desconocida se hizo la dicha, cuán simple

la emoción, cuán palpable en el abismo del día -

en lontananza reposaba la vida, un fijo

centelleo movezido, lejos de la tierra,

lejos del presente, y ahí, dadivosa, se hallaba

la noche

Traducción de Ronald Lewin


La hora de la abeja

Desplazada fuera de tiempo y en todas partes

desamparada nuestra inconquistable

perspectiva se llena de resina y

dulzura y silencio, pero al final

de una caricia del camino

que se prolonga planeando con las gaviotas

resurge la luz trémula

sobre una deslumbrada loma,

necia e invisible por el zumbido,

hasta que los olores en sonido se rompen

y la atmósfera entera anmudece en el sonoro

corazón de la tarde -

tímidos buscamos un vuelo

desde esta dulce y embriagada hora.

Traducción de Ronald Lewin


Saudade

Fantasía transparente

reencontrada en frescas cuencas,

niña del ojo, suave centelleo.


Aliento salobre,

dignidad desnuda,

panorama de calor, remota ciudad pétrea.


Un diminuto hombre-lobo en el sol,

hoja olorosa, verdor en remoto mar,

el fuego acariciador, corazón de amapola.


Tintineo de nostalgia en el viento,

todo un cúmulo,

en la mano se resquiebran las conchas.


Vellocino reluciente,

boca cubierta de llagas.

Traducción de Ronald Lewin


L’inviolable  (fragments)

Ce qui reste

ce n’est pas le langage de plomb

tiré sur les steppes de papier

aux traits frappants

écrits de rayures

des gorges qui crachent

pas plus que le silence

ne reste

*

La lumière qui est partagée de tous

qui n’est pas réfractée et qui s’enfle

dans une mer obstruée par tout le commun

le long de horizons de décombres

malgré le désir

qui se chauffe de ses plumes et

qui se pavane par ses images

malgré le mystère desespéré, harcelé

de la notion insoumise de la mort

et de la perte

aux égouts à ciel ouvert

qui lient tous quand même,

qui les dévorent vifs grâce aux lois

broyantes

jusqu’à ce que la malédiction

chasse les chaînes

*

Dès que la malédiction a chassé les chaînes

et qu’elle reste incandescente

vêtue de couleurs pleines de ressort

elle s’évade devant des parois comblées de portes,

elle raccommode le filet en loques du raisonnement

elle pénètre le luxe de l’existence propre,

toute inviolable qu’elle est, empilée

petit à petit