A Sila Chanto
In memoriam
Un atardecer en el Parque Francia
la vi venir con la parca
adormecida en su frente.
Era Sila
capullo negro en las tardes de lluvia.
La muerte tiene su despertar
en los relámpagos de la agonía.
Le dijiste sí a la vida
cuando traicionera
en la juventud ella te llevó.
La alegre infancia besaba el césped,
Y tu volabas a los hospitales de la amargura.
Fue aquella tarde cuando tomamos café,
ser de oro para siempre.
Fue en el BARRIO ARANJUEZ
cuando te despediste,
y ángeles lloraron lágrimas de fuego.
Por eso en las llanuras de tu pintura y tu poesía,
levantas la página eterna,
y los que te amaron
hoy escriben en la lluvia.
¡Sila!, que los ángeles
eleven tu cuerpo al parnaso,
y libre al fin del dolor
escribas tu último poema al amor.